Los toros de la ganadería gaditana de Fuente Ymbro protagonizaron el tercer encierro de los Sanfermines 2007, que completaron en poco más de 2 minutos y 40 segundos de forma limpia y entre un número de corredores mucho menor que en las dos jornadas anteriores. Tras dos encierros que comenzaron con retraso debido a su masificación, el de hoy se inició con puntualidad, a las 8:00 horas, y, también a diferencia de los otros dos, en esta ocasión ninguno de los corredores fue alcanzado por las astas de los toros.

Una vez que los corredores entonaron los tres cánticos con los que piden la protección del santo, la manada abandonó los corrales de Santo Domingo hermanada y encabezada por los cabestros. Mediada la cuesta, el contacto de los astados con los primeros corredores se desarrolló con limpieza y de esta misma forma, por el centro y sin fijarse en los mozos, continuaron por la plaza del Ayuntamiento hasta llegar a Mercaderes, donde un toro jabonero se adelantó a sus hermanos y llegó destacado a la curva.

En este lugar tanto el jabonero como cuatro de sus hermanos chocaron contra el vallado pero no llegaron a caer al suelo, aunque el primero quedó algo rezagado, y también se registraron algunos pisotones a mozos por parte de los animales. El jabonero cogió no obstante velocidad y se puso en cabeza junto a otros tres morlacos, seguidos a cierta distancia por los cabestros junto a los otros dos astados, dejando el suficiente hueco entre ellos para que los mozos pudieran lucirse y protagonizar bonitas carreras.

Tras recorrer la calle Estafeta sin grandes momentos de peligro, en Telefónica se produjeron algunas caídas y en el callejón resbaló un toro, aunque sin más incidencias. Hasta llegar a la plaza la velocidad caracterizó a una carrera que se demoró en el último momento debido al comportamiento del sexto toro, que quedó despistado en la arena y que tuvo que ser introducido en los chiqueros a punta de capote por los dobladores.