Titán, la mayor de las lunas de Saturno, tiene ríos, lluvias abundantes, filtraciones en el terreno, lagos que se secan y otros procesos hidrológicos típicos de la Tierra. Pero no es agua lo que moldea la superficie, sino metano, un gas que se mantiene en estado líquido debido al frío extremo del satélite. Así lo aseguró ayer la Agencia Europea del Espacio (ESA) al presentar los primeros análisis contrastados enviados por el módulo espacial Huygens , que hace una semana se convirtió en la primera sonda que se posa en Titán. "El metano desempeña un papel equivalente al del agua en la Tierra", resumió Jean-Pierre Lebreton, el jefe de la misión.

"Hemos obtenido resultados extraordinarios. Y sólo estamos en el principio, porque la información enviada por el Huygens nos van a ocupar durante años", añadió.

Los científicos apenas han tenido tiempo de estudiar los datos captados por los seis instrumentos multifuncionales del módulo durante las tres horas que funcionó. Pero ya han extraído las primeras conclusiones que permiten conocer un poco mejor el segundo mayor satélite natural del sistema solar, situado en una órbita a 1.200 millones de kilómetros de la terrestre.

Lo que halló el Huygens en sus 150 kilómetros de descenso no es muy diferente de lo que los científicos esperaban: una atmósfera formada por nitrógeno y metano. La mayor sorpresa fue descubrir que había llovido poco antes de que la sonda se posara.

Pero las precipitaciones del satélite son de metano líquido, que predomina en Titán. Al condensarse, el metano provoca lluvias que habrían formado los canales y lagos que aparecen en las fotos.