El Gobierno escocés siguió ayer los pasos de Irlanda al anunciar que prohibirá fumar en locales públicos para

2006, con una nueva legislación que presentará antes de Navidad y que establecerá multas de hasta 3.750 euros para los infractores.

El ministro principal, Jack McConnell, anunció la futura ley al Parlamento regional, después de haber acordado la medida antes con su Gabinete. La intención es que la ley, que será votada en los próximos meses por la Cámara escocesa, se aplique totalmente para la primavera de 2006, y posiblemente también afecte a discotecas y bares privados.

Según adelantó, los empleadores o locales con licencia que no la cumplan serán multados con 3.750 euros.