El cuerpo de Agentes Rurales ha efectuado la retirada de undepósito de cadáveres ilegal de perros y gatos que se había localizado en una zona boscosa situada en cala Salionç, en Tossa de Mar (La Selva). El depósito estaba ubicado en medio del bosque. Consistía en una acumulación de bolsas de diferentes tamaños, y cada una de ellas contenía el cadáver de un gato o perro. Los animales se encontraban en diferentes estados de descomposición.

Los agentes rurales identificaron todas las bolsas, hicieron el rastreo con un detector de microchips y se encargaron de la retirada y traslado de los cadáveres a un centro de incineración. En total, se identificado 87 cadáveres, la mayoría perros de todo tipo de razas, de los que 19 llevaban microchip identificativo.

DENUNCIA

El hallazgo del depósito de cadáveres se produjo el pasado enero cuando una patrulla de agentes rurales efectuaba un recorrido a pie por la zona y detectó unos residuos vertidos en medio del bosque y un fuerte olor. En un primer momento se efectuó un rastreo superficial de la zona con un lector de microchips y se obtuvieron tres lecturas, que permitieron localizar a dos propietarios de perros, los cuales manifestaron que habían llevado a su perro enfermo a unaveterinaria y que una vez el animal murió ella se había hecho cargo de la gestión del cadáver.

El depósito de cadáveres se encontraba en la parte trasera de un chalet propiedad de un familiar de esta veterinaria, que actualmente está inhabilitada para la praxis profesional. Los hechos se han trasladado a la Fiscalía de Medio Ambiente por un presunto delito de desobediencia, falsificación documental y estafa. También se ha efectuado denuncia administrativa por gestión incorrecta de residuos.