David, apodado Alí Bobó, buscaba a personas que quisieran hacer algo por cambiar el mundo y hacer sonreir a los demás. Así, con esta convocatoria a través del twenty surgió Simbiosis, un grupo de catorce jóvenes placentinos que se conocieron en el Espacio para la Creación Joven de Plasencia y que ahora sorprenden a propios y extraños con sus montajes de teatro de calle.

Son Andrea, Sergio, Seph, María, Ela, Sara, Alí Bobó, Raúl, Patricia, Gels, Carol, Carlos, Loida y Eva, jóvenes de 15 a 18 años que se consideran "chicos normales que vamos al botellón , pero diferentes porque a los chicos solo les interesan tres cosas: beber, pensar en sí mismos y en tener sexo y fiestas", afirma Sara. Seph añade: "Nos llaman locos, pero en un mundo de locos, quién sabe quién es el loco y quién no".

Porque lo que de verdad les llena son los espectáculos que ellos mismos idean y hacen realidad en Plasencia. "Lo que nos gusta es dar y recibir porque nosotros damos mucho al público y también recibimos, aunque sea una sonrisa, no podemos actuar si el público no nos da", advierte convencida María.

Hasta ahora, lo han hecho de muchas formas y todas con un mensaje. Comenzaron congelándose todos a la vez en pleno centro de la capital del Jerte para hacer ver a la gente "que tienen que tomarse su tiempo, que van muy agobiados y somos nosotros los que vamos rápido, no el tiempo". Además, han convertido la puerta del ayuntamiento en una cala playera, ataviados con bañadores y equipados con sombrillas, toallas y cubos para hacer castillos porque "las vacaciones son un estado mental".

Para promover la cultura, han bailado valses a cambio de una sonrisa o han repartido poemas por la calle. No se olvidan de sus narices de payaso y se emocionan cuando arrancan una sonrisa a una anciana o cuando un niño les abraza.

Porque a cambio, han encontrado sonrisas, pero también incomprensión: "Nos han llegado a preguntar que si éramos de una secta y los hay que huyen cuando nos acercamos".

Pero tienen todo el apoyo del espacio joven y el ayuntamiento les pidió su colaboración con motivo del día contra la violencia de género, en que representaron un espectáculo desde la puerta del Sol hasta la plaza Mayor. También les llamaron para amenizar una comida saludable o para la animación del fin de curso del centro Anahata.

Han actuado además en un festival en Mérida y ahora lo que quieren es "ir a más". Ya se han constituido en asociación de teatro de calle y aspiran "a actuar fuera de Plasencia", según su promotor, Alí Bobó. Pero siempre en la calle porque "no te limita, eres libre y no pasa nada si te equivocas", añade Raúl. Al público le piden "que no se cierre a lo diferente y que sonría, que no cuesta tanto".