Un robusto cordón policial protegerá está tarde el recinto del Alexander Palace, en el norte de Londres, donde tendrá lugar la más polémica edición de Miss Mundo en sus 52 años de historia. La elección se celebrará a pesar de los muertos y la desolación que el concurso provocó en Nigeria, donde el pasado mes más de 200 personas perdieron la vida y 4.500 sus hogares en enfrentamientos entre musulmanes y católicos, en la ciudad de Kaduna. El alcalde de la capital, Ken Livingstone, ha calificado de "obsceno" el plan de seguir adelante con el certamen.

Unas críticas que comparten otras personalidades, como la exactriz y hoy diputada laborista Glenda Jackson o la escritora Muriel Gay. "Esas chicas se pondrán trajes de baño que gotean sangre", ha dicho Gay. Pese a todo, 92 reinas de la belleza, entre ellas, la española Lola Alcocer, competirán por la corona. Miss Sevilla, que el jueves se perdió la foto con el resto de las concursantes (en la imagen), ha viajado con con un vestido de flamenca.

Los organizadores de Miss España retiraron a su participante en septiembre, en protesta por el caso de Amina Lawal, condenada en Nigeria por los islamistas a ser lapidada por tener un hijo fuera del matrimonio. Cuando el concurso se trasladó a Londres, España reconsideró su decisión.

FONDOS CONGELADOS

"Va a ser un show maravilloso. Tenemos la conciencia tranquila", ha declarado Julia Morley, organizadora de Miss Mundo, que ayer vio como el Tribunal Superior de Londres congelaba los fondos del concurso por un problema con el pago de una fiesta celebrada en Londres el 10 de noviembre. El nombre de Lawal será evocado en la gala, retransmitida a 142 países, entre los que no está el Reino Unido.