El ministro de Justicia, Juan Fernando López Aguilar, dijo ayer que "la libertad religiosa de los católicos goza de una salud inmejorable" y subrayó que la "propuesta" educativa del Gobierno no supone "un recorte del derecho" de los padres que defiendan la enseñanza católica para sus hijos.

Así se expresó López Aguilar en la inauguración del curso La nueva realidad religiosa española que a lo largo de esta semana se impartirá en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) de Santander.

El ministro, durante su conferencia, se refirió a la Ley Orgánica de Educación, aprobada el viernes por el Consejo de Ministros y, en concreto, a la regulación de la clase de religión.

En este sentido, manifestó que el Ejecutivo pretende, por encima de cualquier otro aspecto, conjugar "la garantía" de que habrá enseñanza de religión católica, siempre y cuando así lo soliciten los padres de los alumnos, con el derecho de aquellos otros padres que, por el contrario, prefieran que sus hijos no reciban este tipo de clases.

Destacó que "la Iglesia seguirá viendo que hay enseñanza de religión católica" en el nuevo sistema educativo que propugna el Gobierno porque se trata de un asunto "fuera de cuestión".

"En España es donde se ofrece una mayor garantía a los padres para que sus hijos reciban la enseñanza católica y así va a seguir siendo", apostilló.

No obstante, recalcó que el objetivo del Gobierno consiste en que "el derecho de los padres católicos no repercuta en el derecho de otros padres". "Este es el punto del debate", dijo.

Asimismo, precisó que la reforma educativa no está aprobada, por lo que aún es "una pauta abierta" en la que caben toda clase de discusiones.

Posteriormente, en la conferencia de prensa que ofreció tras su intervención, añadió que el Gobierno intentará encontrar "una solución pacífica" a este asunto.