Luz hará honor a su nombre y no transmitirá la oscuridad. Esta niña, de tres semanas de vida, es la primera persona en el mundo que, siendo hija de padres portadores de una enfermedad ocular hereditaria, nace sin la carga genética de la dolencia, que es transmitida por las mujeres. La enfermedad, llamada retinosquisis, produce ceguera en el 50% de los hijos que son varones.

Si Luz tiene hijos de sexo masculino, nacerán sanos. Este avance se ha conseguido en el Instituto Bernabéu, de Alicante, especializado en técnicas de reproducción asistida, donde se seleccionaron, en probeta, los embriones que no sufrían la alteración, tras lo cual le fueron transferidos a la madre.

"Sólo os podemos decir que el embarazo fue bien, que el bebé pesó 3,300 kilos al nacer y que se llama Luz", afirmó Rafael Bernabéu.

La técnica seguida en el centro Bernabéu, el diagnóstico genético preimplantacional, ha sido utilizada en varios centros españoles, y en el mismo instituto, para evitar el nacimiento de niños cuyos padres están afectados por enfermedades hereditarias transmisibles, como es la corea de Huntington, el síndrome de Marfan o el de Down en mujeres de edad avanzada.