En el engranaje necesario para sacar partido del phi-shing, la principal estafa bancaria por internet, hay una pieza imprescindible: la mula. Es así como se denomina a la persona que recibe en su cuenta la cantidad robada a las víctimas y que actúa como correo transfiriéndola por servicios de envío de dinero a la red de estafadores. Las mafias rusas, las mayores especialistas en el phishing junto con las brasileñas, tienen en España una de las principales canteras de captación de mulas. Prueba de ello es que en lo que va de año, en Barcelona, el Cuerpo Nacional de Policía (CNP) ha arrestado a 48 personas por realizar esa actividad. "Cada mes detenemos entre 6 y 8 mulas", dice un experto policial en delitos tecnológicos, que avisa de la expansión de este fraude.

El phishing se inicia cuando un usuario de internet recibe un correo electrónico que simula que procede de su banco en el que se le comunica que por unos problemas técnicos debe validar la contraseña de acceso a su cuenta on line o los datos de su tarjeta de crédito. Si el usuario pica e introduce sus códigos bancarios, estos pasan al poder de las mafias. "En seguida, a lo sumo en dos o tres horas desde que pillan los datos, proceden a sacar dinero de la cuenta", relata este oficial de la Policía Nacional.

EVITAR EL RASTREO Esa cantidad debe ser depositada en algún sitio. "Las mafias dedicadas a esto obviamente no quieren ingresarla en sus cuentas para que no les puedan rastrear", dice. Y es ahí donde entran en el juego las mulas. Las organizaciones delictivas, una vez sustraído el dinero, lo que hacen es transferirlo a la cuenta de una mula. Entonces, le telefonean diciéndole que la cantidad ya está en su cuenta y le ordenan que, cuanto antes, saque el montante sustraído en efectivo y lo mande mediante empresas de envíos de dinero. A cambio, le ofrecen entre el 5% y el 10% de cada transacción. La policía ha detectado ya casos de mulas que se quedan con el dinero y no lo reenvían. "Se arriesgan --cuenta el oficial-- a que la mafia se vengue, pero creen que no van a venir desde Rusia por 3.000 euros".

Sin embargo, el hecho de que la ruta que va desde la cuenta de la víctima a la de la mula sea fácilmente rastreable hace que esas personas acaben siendo detenidas. "Normalmente, una mula no da para más de tres transferencias. Se les suele atrapar enseguida", cuenta este responsable de la Policía Nacional.

TAMBIEN INMIGRANTES Esto hace que las mafias rusas requieran de un abundante y renovable vivero de personas que puedan utilizar como mulas. La crisis económica, con muchos parados, se lo pone fácil. Uno de los métodos predilectos de las redes mafiosas para captar a las mulas consiste en ofrecer trabajo mediante anuncios por internet. "En los anuncios ofrecen empleos. Al final, lo único que piden del interesado es que tenga una cuenta en un banco y que esté dispuesto a recibir y reenviar transferencias de dinero", explica el oficial.