Las mafias que trafican con sin papeles han encontrado un nuevo y rentable negocio en el mercado clandestino de DVD y CD piratas. Los inmigrantes, normalmente asiáticos, que traen ilegalmente a Europa pagan su viaje y su manutención vendiendo en la calle copias ilegales de los últimos estrenos de cine. Algunos narcotraficantes se han sumado al lucrativo negocio.

En el 2003, la policía se incautó de 700.000 copias ilegales de compactos y películas en Barcelona. Las mafias chinas copan casi el 80% de ese tráfico ilegal, según fuentes policiales. Paquistanís, subsaharianos y españoles controlan el 20% restante.

50 MILLONES EN PERDIDAS Un responsable de la Asociación Fonográfica y Videográfica Española (AFYVE) sostiene que el año pasado se requisaron en España más de 3,4 millones de copias piratas. De esos, un 70% eran CD y el resto, DVD, aunque la tendencia apunta a que se inviertan los términos en unos meses. Esas cifras representan el 25% de las ventas del mercado legal.

La misma fuente del sector sostiene que la intrusión de las bandas organizadas ha supuesto unos 50 millones de euros en pérdidas (casi 8.500 millones de pesetas). El miembro de la AFYVE subraya: "No afecta sólo a las multinacionales, como mucha gente cree. Los primeros perjudicados son los comercios pequeños y medianos que tienen menos capacidad económica para salvar la crisis de ventas".

Los chinos se han adueñado del negocio ilegal de CD y DVD. Su férrea organización y hermetismo les ha hecho menos vulnerables a la acción policial. En cambio, la rivalidad entre paquistanís y los ciudadanos de Bangladesh ha facilitado su desarticulación. Pero los chinos han encontrado la solución para zafarse del acoso policial: en un local graban los DVD o CD y en otro distribuyen la mercancía, que reponen en cantidades pequeñas. Si la policía les descubre, nunca pierden la maquinaria para grabar, las populares y caras tostadoras, que pueden llegar a costar 12.000 euros.