La Guardia Civil ha reforzado el dispositivo para localizar y detener a Alejandro de Abarca, conocido como El Enano, presunto asesino de Ana Niculau, la mujer rumana de 25 años que fue hallada el pasado lunes con las manos atadas y calcinada en el maletero del vehículo de su novio, aparcado en la carretera del municipio mallorquín de Muro.

El dispositivo se están centrando en el control de las vías de entrada y salida de Mallorca. Los agentes quieren evitar la fuga del presunto asesino, que mide un metro y medio, lleva el pelo rapado y tiene un gran tatuaje en el brazo. La policía también ha extremado la vigilancia en la red viaria de la isla, con un amplio dispositivo en la Part Forana.

El delegado del Gobierno en Baleares, Ramón Socías,ha manifestado su confianza en que en las próximas horas la búsqueda de De Abarca "dé sus frutos".

La Guardia Civil cree que S'Albufera fue la última zona en la que "se supone que estuvo" Alejandro de Abarca, escondido en alguna casa, tras abandonar el vehículo ardiendo con el cuerpo de Nicolau en su maletero.

IDENTIFICADO EN UNA GASOLINERA

La búsqueda de este hombre se produce después de que todas las sospechas recaigan sobre él, dado que los propietarios de una gasolinera de Muro le identificaron como la persona que el día en el que se produjo el crimen había comprado una garrafa de cinco litros de gasolina, tras bajarse de un Audi A4, vehículo que, posteriormente, fue encontrado ardiendo.

El presunto asesino de la joven rumana estaba recluido en un centro de reinserción social de Palma, pero el lunes, día del crimen, no volvió tras un permiso. De Abarca cumplía una pena de prisión por varios hechos delictivos, entre ellos, el de hurto y una agresión sexual.

Al parecer el encuentro entre De Abarca y Nicolau fue casual, ya que no se conocían. Todo apunta que el agresor decidió secuestrar a la joven cuando ésta se disponía a salir del garaje en el que guardaba su vehículo, minutos antes de que acudiera a las 08.00 horas a su lugar de trabajo, un bar que regentaba, junto a una socia, en la calle Socorro de Palma.

Tras introducirla en el coche, el presunto asesino la pudo haber trasladado a alguna vivienda de su familia, aunque se desconoce cómo transcurrieron los hechos hasta que Niculai fue hallada muerta calcinada en el maletero del vehículo de su novio. Un testigo manifestó a la Guardia Civil que el día en el que se halló el vehículo vio en la carretera un coche de la marca Audi dando bandazos.