El Partido Socialista quiere que las víctimas de violencia doméstica estén obligadas a declarar en contra de sus agresores cuando han sido ellas las que han interpuesto la denuncia. En la actualidad, la ley de enjuiciamiento criminal permite abstenerse de testificar en contra del procesado cuando hay lazos familiares de por medio.

El cambio está incluido en una enmienda a la ley de igualdad presentada por el grupo socialista en la Cámara Alta, según explicó ayer la senadora por este partido María Antonia Martínez. Si los demás grupos la apoyan, la enmienda tiene muchas posiblidades de salir adelante, aunque deberá ser votada de nuevo en el Congreso de los Diputados para su aprobación definitiva, algo que ocurrirá, casi con toda seguridad en marzo.

Esta será la segunda actuación que en materia de malos tratos emprenderá el equipo de Zapatero después de aprobar la ley integral en el 2006.

El resto de enmiendas presentadas por el partido en el Gobierno a la ley de igualdad amplían los derechos de las trabajadoras autónomas y extienden los permisos maternos y paternos a los casos de acogida temporal de menores. Por su parte, las enmiendas del Partido Popular piden la supresión de la paridad electoral y reclaman un permiso de paternidad de cuatro semanas.