Marbella sigue conmocionada por la tragedia del sábado, y autoridades y vecinos reclaman más policías contra la inseguridad. Unas 200 personas se concentraron ayer ante el ayuntamiento para guardar un minuto de silencio en repulsa por el tiroteo que, de forma accidental, acabó con la vida de un niño de 7 años y un empresario de 36.

La alcaldesa de Marbella, Marisol Yagüe, lamentó el suceso y, contra lo sostenido por otros estamentos gubernamentales, consideró que es "un hecho aislado".

"Si hubiera alguna mafia asentada en la ciudad, probablemente habría sido detenida", indicó, aunque admitió que es posible que grupos del crimen organizado actúen en la Costa del Sol

Yagüe --adscrita al Grupo Mixto tras la desaparición del GIL-- señaló que la Policía Nacional es "insuficiente" para combatir la crisis.

Por su parte, el grupo Los Verdes solicitará la comparecencia de los ministros del Interior y Justicia para que expliquen las medidas puestas en marcha contra "la corrupción y el capital criminal" en la Costa del Sol y esclarecer el suceso del sábado.

En un comunicado, la formación política señala que "la muerte de un niño y un peluquero indican que ya nadie está a salvo", e insta a las autoridades a acabar con el narcotráfico, la explotación sexual o las mafias, "que forman parte del paisaje sin que se haga nada por combatirlo".

"El número de mafiosos y criminales por metro cuadrado es tan alto como el de las construcciones ilegales", asevera la nota, en la que se insta a "modificar el modelo de desarrollo económico que cría, atrae y alimenta a estas organizaciones".