Madrid Miles de personas participaron ayer en una nueva marea blanca que recorrió Madrid y que exigió la dimisión de la ministra de Sanidad, Ana Mato, y del consejero autonómico de Sanidad, Javier Rodríguez, por su deficiente gestión ante el primer caso de ébola en España. Los manifestantes, que se concentraron como cada tercer domingo de mes, expresaron su apoyo a Teresa Romero, la auxiliar de enfermería infectada por el virus. La marcha, a la que se sumó José Ramón, el hermano de la paciente, estuvo encabezada por una pancarta en la que se podía leer: Exigimos que las autoridades sanitarias respeten a los profesionales. Todos con Teresa. Otra rezaba: No a los recortes y privatizaciones. Sí a la sanidad y servicios públicos.