Shevaun Pennington, una escolar inglesa de 12 años, y Toby Studabaker, un exmarine estadounidense de 31 años, nunca se habrían encontrado si no hubiera mediado el internet. La pareja se conoció a través de la red y llevaban un año enviándose cartas electrónicas. El pasado sábado, la menor desapareció con el que ya consideraba su novio, sin que una intensa búsqueda policial en varios países les haya localizado.

Studabaker, viudo y ferviente lector de la Biblia, fue acusado en 1998 de abusos sexuales contra otra niña de 12 años, lo que da a la fuga un giro siniestro. En esta ocasión, a sus amigos y familiares en EEUU les había dicho que iba a reunirse con su novia inglesa de 19 años. En el colegio, Shevaun, una chica físicamente bastante desarrollada para su edad, había hablado a sus compañeras de su "novio americano", una relación de la que nada sabían los padres de la chica.

DIJO QUE IBA DE COMPRAS

Es cierto que Joanna y Stephen Pennington estaban preocupados, porque su hija era una adicta a internet. Hubo temporadas en que Shevaun llegó a pasar 11 horas al día sentada ante el ordenador, hablando con gente desconocida en los chats. Sus padres le impusieron un límite máximo de cinco horas diarias. "Le habíamos advertido de los peligros, pero no teníamos ninguna razón para no confiar en ella", declararon.

El sábado por la mañana, Shevaun dejó su domicilio en Lowton, en el norte de Inglaterra, diciendo que se iba de compras con unas amigas. La chica le había pedido el pasaporte a su madre con el pretexto de sacarse un abono de transportes. Llevaba una bolsa con unas cuantas prendas de vestir y 23 euros en metálico. Desde ese momento su teléfono móvil está desconectado. La policía británica sabe que la niña se reunió con Studabaker. Este había realizado un largo trayecto para verla. Voló a Manchester desde Detroit, vía Amsterdam. Juntos tomaron un avión que les dejó en el aeropuerto de Heathrow, en Londres, y de allí volaron al aeropuerto Charles de Gaulle, de París, donde permanecieron dos horas en la zona de tránsito. A partir de ese momento, el rastro de ambos se pierde.

La policía francesa afirmó anoche que nunca pasaron el control de inmigración y que el mismo sábado Shevaun voló a la ciudad inglesa de Liverpool. Sin embargo, los policías de Manchester tienen "serias dudas" sobre esta información.

A medida que pasan las horas, aumenta la preocupación por la situación de la menor. Dos veteranos investigadores de la policía británica se han desplazado a Francia para tratar de esclarecer un caso que ha despertado una enorme expectación en los medios internacionales.