Las autoridades marroquís denegaron la legalización a la primera asociación de homosexuales en Marruecos que la había solicitado, el colectivo Akaliyat (minorías). Akaliyat explicó que el wali (gobernador) de Rabat-Salé rechazó recibir el expediente de parte del presidente de la asociación, lo que equivale a la ilegalización, aunque no se exprese de forma explícita. El artículo 489 del Código Penal marroquí castiga la homosexualidad con penas de entre seis meses y tres años de cárcel, además de que se enfrenta a una gran reprobación social. La propia ley que regula la creación de asociaciones estipula en su artículo 3 que «es nula cualquier asociación fundada contraria a las leyes o a la moral pública».