No hace falta saber de astronomía para buscar y encontrar en el cielo nocturno a nuestro vecino Marte, una pequeña bola de color naranja y una intensidad sorprendente. Nada se le parece, ni siquiera Júpiter o las estrellas más luminosas. Sólo la Luna brilla más. Y la razón de ello es que la distancia entre Marte y la Tierra es la menor de los últimos... ¡59.618 años!

Aunque el planeta rojo es visible sin problemas desde hace semanas, la conjunción astronómica culminará la próxima semana. La última vez que eso sucedió, Europa estaba poblada por neandertales.

La distancia entre Marte y la Tierra, que a menudo supera los 400 millones de kilómetros, será de sólo 55,75 millones el miércoles por la mañana. Está claro que el planeta rojo y el planeta azul se acercan con regularidad, concretamente cada 26 meses, y que en el año 2.287 habrá un nuevo acercamiento espectacular, pero para repetir la actual aproximación habrá que esperar la friolera de 23.698 años.

La mayor o menor distancia al Sol y las diferentes velocidades de traslación (un año dura 687 días) provocan que sólo en unas pocas ocasiones se encuentran ambos planetas en el mismo cuadrante del Sol, en lo que se conoce como oposición favorable, casi siempre en agosto.

ORIGINALIDAD

La originalidad actual obedece a la gran excentricidad de la órbita marciana (Marte no siempre está a la misma distancia del Sol) y a las perturbaciones debidas a otros planetas del sistema, aunque debe recordarse que apenas supone una mejora del 1% con respecto a otras buenas conjunciones. En otro acercamiento muy estudiado, en 1924, la distancia fue de sólo 56 millones de kilómetros. Y en la oposición favorable más reciente, en 1988, Marte pasó a 58,7 millones de kilómetros.

Si se enfoca con un telescopio es posible observar las habituales tormentas de arena, pero sólo si el instrumental es bueno podrán apreciarse detalles de la orografía, como grandes valles o algún cráter. Que nadie espere milagros con unos prismáticos, y menos a simple vista, puesto que la distancia, pese a ser corta en términos astronómicos, es 140 veces superior a la existente entre la Tierra y la Luna. Además, Marte está bastante bajo, lo que dificulta la observación.