Murieron los 84 pasajeros, los 10 integrantes de la tripulación y al menos 22 personas que se encontraban en tierra: 116 muertos y 90 heridos fue el balance del accidente que sufrió ayer un avión militar iraní al precipitarse al suelo en un barrio residencial de Teherán.

El aparato, un C-130, registró problemas en un motor tras despegar del aeropuerto de Mehrabad, en el sur de la capital, y pidió permiso para regresar. Cuando maniobraba para aterrizar de emergencia, impactó contra un inmueble de 10 pisos.

"El avión se desintegró en la base del edificio", declaró el teniente Naser Sedignia, vecino del barrio donde tuvo lugar el siniestro. "Los depósitos de combustible estaban llenos, por eso la explosión fue tan grande".

EL FUEGO Las autoridades iranís explicaron que muchas de las personas que fallecieron estando en tierra eran conductores cuyos coches sufrieron el impacto del avión o fueron alcanzados después por el fuego, informa Reuters. Producto de la explosión de los depósitos, el edificio quedó envuelto en llamas casi inmediatamente, y al menos 7 personas fallecieron asfixiadas por el humo. Otras, acosadas por el incendio, no tuvieron más remedio que lanzarse al vacío desde varios pisos. Al menos dos vecinos murieron aplastados contra el suelo.

Fue una jornada de luto para todo el pueblo iraní, pero en especial para los periodistas, pues al menos la mitad de los pasajeros eran informadores invitados por el Ejército para presenciar unas maniobras militares en Bandar Abbas, en el sur del país.

"Había probablemente comandantes del Ejército a bordo", indicó el portavoz de la policía de Irán, Mehdi Ahmadi. Cámaras, fotógrafos y periodistas que acudieron al lugar del accidente se consolaban mutuamente: casi todos conocían algún colega a bordo.

Fuentes militares atribuyeron el accidente al mal estado en que se encuentran los Hércules C-130 que el Gobierno de Irán compró hace más de 30 años, en tiempos del régimen imperial. Son unos 15 aparatos de fabricación estadounidense que no pueden ser reparados con las piezas de recambio idóneas debido a las sanciones económicas que EEUU hace pesar sobre el país desde el inicio de la revolución islámica, en 1979. "Los aviones despegan gracias al bricolaje", señaló el teniente Sedignia.

ENGULLIDO POR LA CIUDAD El balance de víctimas hubiera sido menor si el aparato no se hubiera desplomado en plena ciudad. El aeropuerto de Mehrabad, al contrario que el más moderno del Imán Jomeini, fue construido hace más de 50 años en lo que entonces eran las afueras de Teherán.

Pero la ciudad creció y engullió el viejo terminal aéreo --de uso civil y militar--, que quedó rodeado de barrios residenciales muy poblados. Uno es el de Yaftabad, donde se estrelló el C-130.

Más nuevo y ubicado a 50 kilómetros de la capital iraní, el aeropuerto del Imán Jomeini mueve una mínima parte del tráfico aéreo de la ciudad.

El Gobierno se ha comprometido a transferir poco a poco los vuelos del Mehrabad.