La confusión más absoluta reinaba ayer en Senegal sobre la suerte de los ocupantes de un cayuco que llegó a la playa de Tonghor, en Yoff --un suburbio de la capital, Dakar--, el miércoles con al menos una treintena de supervivientes y uno o dos cadáveres a bordo, según las fuentes. El periódico senegalés Le Matin , citando el testimonio de uno de los viajeros, cifraba en al menos 23 las víctimas, ya que asegura que 21 cuerpos fueron arrojados al mar durante la travesía frustrada hacia Canarias. Otras fuentes locales consultadas por este diario, sin embargo, elevan a 74 el número de desaparecidos.

Según la Gendarmerie senegalesa, la embarcación había partido con más de 100 personas a bordo de la isla de Diogué, en la desembocadura del río Casamance (sur de Senegal), el pasado martes, desafiando al frío y un duro temporal de lluvia y viento. A ello se unió una avería en el GPS, y el cayuco acabó llegando a Yoff (unos 400 kilómetros al norte del punto de partida) con solo 29 supervivientes y un cadáver a bordo. Varios ocupantes llegaron asimismo al borde de la muerte por el frío y el agotamiento y fueron hospitalizados en estado extremadamente grave, según estas fuentes.

El diario Le Matin , por su parte, informa de que en el cayuco llegaron dos cadáveres y un número indeterminado de supervivientes, varios de ellos en muy mal estado. Al menos una veintena huyeron para no ser arrestados, según el testigo citado, y otro grupo podría permanecer en la cercana isla de Ngor. Del testimonio de uno de los viajeros se desprende que la embarcación llevaba nueve días en el mar y había llegado a aguas del Sáhara, pero el temporal y la vigilancia marítima les hicieron desistir y dar media vuelta. Según su relato, con las reservas de alimentos agotadas y sin ropa de abrigo para resistir el intenso frío, 21 de los ocupantes del cayuco murieron durante la travesía y sus cadáveres fueron arrojados al mar.