Los delegados de la Conferencia Internacional contra el Sida realizaron ayer una visita poco habitual en estas cumbres científicas. Hombres y mujeres se acercaron a uno de los cientos de bares de ´gogós´ de Bangkok, donde las chicas les montaron un espectáculo sólo para ellos. El objetivo no era hacerles disfrutar, sino mostrarles ´in situ´cómo es el trabajo de las bailarinas y prostitutas que trabajan en estos locales del vicio de Tailandia. Pero las chicas llevaban un poco más de ropa de lo habitual.

El espectáculo no se parecía mucho al real, pero los espectadores poco habituales tuvieron pocas dudas a la hora de intuir en qué consiste el número en una noche normal. "Queremos que todo el mundo sepa realmente lo que hagan las trabajadoras del sexo en los bares", explicó Chantawipa Apisuk, el fundador de Empower, un grupo de apoyo de las prostitutas en Tailandia. Según cálculos del Gobierno, más de 200.000 chicas y chicos trabajan en los bares, burdeles y salones de masaje en toda Tailandia.