La nueva nube de cenizas del volcán islandés Eyjafjalla obligó ayer a cerrar parcialmente el tráfico aéreo de Irlanda, Escocia e Irlanda del Norte. Las restricciones forzaron la cancelación de más de medio millar de los 29.000 vuelos previstos en toda Europa. En España se vieron afectadas 64 operaciones de las 579 programadas.

La jornada fue caótica en los aeropuertos de Irlanda y del norte del Reino Unido desde primera hora de la mañana. Glasgow, Pretswick y Derry aún admitieron algunas operaciones, mientras que Dublín, Belfast y Edimburgo permanecieron cerrados desde primera hora de la mañana a causa del aumento de la emisión de cenizas por parte del volcán islandés, que incluso obligó a las autoridades británicas a plantearse el cierre de pistas en Manchester, Liverpool y Newcastle por la tarde. El aeropuerto de Edimburgo se reabrió a las 6 de la tarde, y los otros estaba previsto que volvieran a funcionar a partir de medianoche.

El ministro español de Fomento, José Blanco, descartó en una entrevista en Antena 3 que esta nueva nube acarree las mismas consecuencias aéreas que la de finales del mes pasado "porque se ha aprendido de la experiencia". El mismo departamento negó que las cenizas del Eyjafjalla hubieran llegado a Galicia.

El Ministerio de Defensa indicó que técnicos aeroespaciales realizarán vuelos diarios "mientras haya posibles penetraciones de la nube". "En un principio tenían previsto realizar el primer vuelo a Galicia ayer por el martes para un primer tanteo, pero no fue posible por el viento registrado en Torrejón", añadió.