Una gran tragedia se abatió ayer sobre Egipto al naufragar en el mar Rojo un ferry en el que viajaban cerca de 1.400 personas procedentes de Arabia Saudí. El accidente se produjo en la madrugada del viernes frente a la costa egipcia, a la altura de la localidad turística de Hurgada, situada a unos 600 kilómetros al sureste de El Cairo. Anoche había más de 1.000 desaparecidos. El presidente de Egipto, Hosni Mubarak, ordenó ayer una investigación urgente para esclarecer el accidente.

La policía informó anoche de que los equipos de socorro habían encontrado 185 cadáveres y 290 personas habían sobrevivido. Las unidades de socorro, que acudieron al lugar de la catástrofe en varios barcos, con apoyo de helicópteros, cifraron en decenas el número de cadáveres hallados flotando en el mar. El invierno hace que los días sean muy cortos y que a las cinco de la tarde empiece a anochecer en Egipto, por lo que los equipos de rescate tuvieron que trabajar a contrarreloj. A última hora de la tarde se localizó el casco del ferry a unos 600 metros de profundidad, y a unos 90 kilómetros mar adentro del puerto de Hurgada.

100 TRIPULANTES Gran parte de los pasajeros eran egipcios que regresaban de la peregrinación a la Meca o que trabajaban en el reino saudí. Los peregrinos con menos recursos realizan el trayecto a la ciudad santa en barco, ya que no pueden costearse el avión. También viajaban unos cien saudís, tres sirios, dos sudaneses y un canadiense. El ferry contaba con 100 miembros de la tripulación.

Todo apunta al mal tiempo como causa principal del naufragio. Fuentes marítimas egipcias dijeron ayer que en el momento del hundimiento en esa zona del mar Rojo soplaba un fuerte viento y había muy mala mar. La investigación que ha ordenado el presidente Mubarak intentará aclarar también en qué condiciones navegaba el ferry, de nombre Salam 98, ya que al parecer no contaba con el numero de botes salvavidas necesarios para hacer frente a un naufragio, lo que pudo causar la muerte de muchos pasajeros.

PERDIDA DE CONTACTO El ferry, de 6.600 toneladas y fabricado en Italia en 1970, zarpó a las siete de la tarde del jueves de la ciudad saudí de Duba. El barco tenía como destino la localidad egipcia de Safaga, donde debía llegar pasadas las dos de la madrugada de ayer. Las autoridades marítimas perdieron el contacto con el barco entrada la noche.