Qué cantante que ya no canta está a punto de dar el cante? Pues María Angeles Santamaría, más conocida por Massiel, quien en vista del éxito obtenido por María Jiménez, María Luisa Merlo y Marisa Medina, está preparando una suerte de memorias que dejarán las hazañas y miserias de sus predecesoras en un cuento de hadas.

Desde hace varios meses, algunos editores andan a la caza y captura de vidas tremendas para aprovechar el tirón de las confesiones canallas. Se buscaba una estrella venida a menos, sin escrúpulos, ni pudor, a ser posible mujer, para que contara con todo lujo de detalle los avatares de su vida. Quién mejor que Massiel, otrora conocida como la tanqueta de Leganitos, y ahora reciclada en polemista de programas del corazón más espinoso. Desde luego, su vida da para mucho.

La propia Massiel ya ha dejado caer en sus últimas intervenciones televisivas algunas historias escabrosas, como la de su primer matrimonio con Carlos Recatero, un cirujano plástico con quien estuvo casada sólo unos meses, o la de su tormentoso idilio con José Frade, el productor que ahora ha vuelto a escena de la mano de Norma Duval. No hay olvidar que Massiel también estuvo casada con el periodista Pablo Lizcano.

En los últimos años, Massiel ha sufrido extraños accidentes domésticos y se ha enzarzado en trifulcas absurdas acerca de los malos o buenos tratos sufridos por Rociíto, la hija de Rocío Jurado.

Un libro de confesiones está resultando ser un buen plan de pensiones, pues garantiza, además, una ruta por los diferentes programas que tratan esos temas y que pagan más el cante que la música.