UNA INMIGRANTE venezolana, María Elena Pedraza Velásquez, de 43 años, murió ayer apuñalada por su expareja a las puertas de la sede de Cruz Roja en la capital grancanaria, a donde había acudido a una cita para buscar empleo. Contra el presunto homicida, de nacionalidad italiana, pesaba desde hace 14 días una orden alejamiento. EFE