La violencia en las aulas, el acoso a los compañeros, las palizas y las humillaciones son el argumento de un videojuego cuya comercialización en Estados Unidos, para Playstation 2 e Xbox, está prevista para el próximo octubre.

El juego tiene el nombre de Bully (en inglés, matón) y es el próximo lanzamiento del estudio Rockstar Games, autor de la polémica serie Gran Theft Auto (GTA), denunciado por varias asociaciones por sus contenidos violentos. El anuncio de la salida del producto al mercado ha provocado la primera protesta en España y un abogado estadounidense ha emprendido una cruzada para prohibirlo en su país.

Bully, sobre el que Rockstar Games mantiene un silencio casi sepulcral, presenta una historia que gira en torno a un alumno, Jimmy Hopkins, un bruto con cara de pocos amigos, enviado al reformatorio Bullworth, la antítesis del Hogwarts de Harry Potter. Bullworth es calificado como "una institución dura y corrupta, que lo margina".

El jugador deberá adoptar el papel del recién llegado y, según una nota hecha pública por Rockstar, "deberá plantar cara a los matones, gastar jugarretas a los chicos malvados, ser castigado por los profesores, ganar o perder a la chica y aprender a sortear los obstáculos del reformatorio".

El juego, que al no estar acabado no tiene aún la clasificación por edades, sólo fue mostrado a puerta cerrada a unos pocos medios --ninguno español-- en la pasada feria de videojuegos del E3. Uno de los que asistió, la revista online británica Pro-g , comenta que los contenidos están "en la misma línea violenta que GTA", la producción que más éxito ha dado al estudio.

GTA fue calificado para mayores de 18 años. Según fuentes de Take 2 España, su distribuidora, la clasificación que se espera para Bully es de mayores de 16, porque la violencia "no es tanto física como del ambiente".

Pero si GTA, una historia de gángsters donde el jugador busca ser el peor con cualquier método a su alcance, ya causó polémica por la impunidad absoluta (maltratos, torturas) y la violencia gratuita que podía emplear el jugador (sierras mecánicas incluidas), con Bully la historia puede volver a repetirse.

Una asociación juvenil, Alternativa Joven Extremeña, ha sido la primera en pedir públicamente que no llegue a España ante la gravedad de los casos de acoso escolar vividos recientemente.

Batalla legal

Una batalla paralela a la del abogado de Miami Jack Thomson. El letrado, que lleva el caso de una masacre escolar en Alabama que acabó con tres muertos, ha pedido al Gobierno de EEUU que prohíba la importación del juego, producido en Canadá. "Existen precedentes", explicó a este diario. "Brasil y Nueva Zelanda han prohibido productos así. Un juego que hace glamourosa la idea de matar en la escuela no es bueno".