En Barcelona, la tesina le valió una calificación de 20 sobre 20 y una matrícula de honor. En Marruecos, en cambio, a Abdelatif Echtiui ese trabajo universitario le ha supuesto una condena de dos meses de cárcel y 1.000 euros de multa. Este marroquí de 30 años, que reside desde hace 12 en España y que se licenció en Historia Contemporánea en la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), nunca imaginó los problemas que le acarrearía una tesis sobre la corrupción en el norte del país como causa de la inmigración masiva de jóvenes.

Echtiui centró la primera fase de la tesis en la región de Larache, de la que es originario, la segunda que más inmigrantes genera tras Nador. Como objeto de estudio eligió lo que más conocía: Al Qollaa, su pueblo natal. En su tesina, ponía como ejemplo de corrupción institucional que gangrena la región al presidente de la comuna rural, Ahmed J., que está en el cargo desde la época española, antes de la independencia del país, en 1956. "Ese hombre es un fenómeno mundial", dice textualmente Echtiui. "Es uno de los cargos públicos que más lleva en su puesto. Primero fue un colaboracionista de las fuerzas coloniales españolas. Después, tras la independencia, su gestión se ha basado en la corrupción".

En el texto, Echtiui denuncia la corrupción judicial en Marruecos y el maltrato que sufre la comunidad marroquí residente en España a manos de las autoridades consulares del país. Habla también "del racismo político de Aznar", que, a su juicio, se ha traducido en políticas migratorias muy restrictivas que han dificultado la convivencia entre españoles e inmigrantes.

La publicación árabe

En febrero del pasado año, animado por la excelente acogida académica de la investigación en Barcelona, decidió traducir el texto al árabe y publicarlo en Marruecos. Y empezó la desventura. El libro llegó, entonces, a manos del presidente de la comuna rural de Al Qollaa, que le denunció por ultraje pues en la tesina se le calificaba de "traidor" y "corrupto".

El 14 de octubre del 2004, en el juicio, Echtiui vio sorprendido cómo el juez rechazó todos los testigos de la defensa y no admitió como prueba dos libros de historia del protectorado español en que Ahmed J. ya es acusado de traidor. El mal cariz de los acontecimientos se confirmó dos semanas después, cuando el tribunal le condenó a dos meses de prisión firme, 1.000 euros de multa y 500 de indemnización al presidente comunal. Echtiui, que aún no ha ingresado en prisión, recurrió y a finales de enero se celebrará la audiencia.

De pronto, y como suele ocurrirles a los marroquís que se meten donde no les llaman, a Echtiui se le acumulan los problemas. A la posibilidad de ir a prisión se suma la decisión de su país de no homologarle el curso de posgrado.

Además, su tesis, titulada El nuevo Marruecos: entre la corrupción política y las iniciativas reformistas , ha despertado el recelo del Ministerio del Interior, que no ha respondido a su demanda de obtener permiso para hacer una investigación sobre la corrupción en 12 provincias.