Ya no son sólo un vehículo para descubrir caminos poco transitados por la montaña o la campiña. También los veraneantes en la costa y peatones por las calles de numerosas ciudades españolas han descubierto este verano la popularidad disparada de los quads , al toparse con cada vez más cuadriciclos en los paseos marítimos o los cámpings. Las cifras son elocuentes: las matriculaciones se duplican cada año y en los últimos cinco se han multiplicado ya por 10.

De los 3.557 que se registraron en el año 2000, el primero en que empezaron a gozar de cierta popularidad, se pasó a 32.040 matriculaciones en el 2004. Y en lo que va del año 2005, los números siguen en aumento: sólo en los primeros seis meses de este año ya se han matriculado 23.435 nuevos quads , según datos facilitados por la empresa taiwanesa Kymco, junto a Yamaha, Suzuki y Polaris una de las cuatro grandes marcas que se reparten el 70% del mercado.

MAS ACCIDENTES Con el aumento del número de usuarios, también se incrementa el número de accidentes e incidencias con quads implicados, aunque, según los Mossos d´Esquadra, los accidentes aún no son habituales, dado su todavía reducido número en comparación con otros vehículos. En toda España circulan en estos momentos unos 90.000 quads .

El problema es que el quad no está tipificado como tal --según su matriculación, puede ser un ciclomotor, un vehículo especial o de uso agrícola o un vehículo normal-- y por eso no está especificado entre los varios modelos de vehículos en las estadísticas de accidentes de la Dirección General de Tráfico.

La popularidad y la versatilidad del cuadriciclo es tan grande, que incluso los cuerpos de seguridad van adquiriendo unidades para realizar las patrullas, sobre todo en las playas. Así, localidades costeras como Lloret de Mar, Cambrils, Gijón, Cádiz y algunas en Canarias ya disponen de agentes locales que efectúan sus patrullas sobre la arena con quads, igual que la Guardia Civil en el litoral de Algeciras.

USO EN LA MONTAÑA Aunque la presencia de los quads en la costa ha sido este año más notoria, su hábitat preferido sigue siendo la montaña, en muchos casos en excursiones organizadas por empresas dedicadas a deportes de aventura. Estas suelen llevar a los conductores novatos primero a un circuito cerrado para enseñarles el manejo, una combinación entre llevar una moto y coche. Precisamente su relativa facilidad de conducción es una de las principales razones de su creciente popularidad.

Su proliferación en los caminos de montaña es la razón por la que su popularidad preocupa, por el momento, más a los gestores de medio ambiente que los de tráfico.