Ellos tienen entre 6 y 14 años y quieren que los admiren, que les canten "goooool" cada domingo y que su nombre esté impreso en las camisetas que se ponen los turistas. Ellas sueñan con ser domadoras de caballos, modelos o profesoras de baile, pero dicen que esto es el sueño y que hay que ser realistas. La enseñanza es la opción para la mayoría de ellas.

Estas son la respuestas, recogidas en un estudio de la empresa de recursos humanos Adecco, a una de esas preguntas que los niños y niñas se cansan de contestar desde que aprenden a hablar. "Qué quieres ser de mayor?", preguntan abuelas o tías lejanísimas.

La fuerza del trabajo

Adecco trasladó la pregunta a 300 niños de entre 6 y 14 años. "Los niños van a ser nuestra fuerza de trabajo. Queríamos saber sus prioridades y aspiraciones. El estudio muestra algo muy claro: el 80% prefiere tener tiempo para estar con su familia más que ganar dinero", explica Marina Gómez, coordinadora de la investigación sociológica.

Adecco repartió la encuesta a los hijos de los trabajadores de la empresa y en colegios de varias comunidades autónomas.

En las autonomías, el 21% de los niños quieren ser futbolistas. Les siguen las opciones policía, piloto de Fórmula-1 y bombero. Entre las niñas triunfa la enseñanza (24%).

Claro que hay diferencias. En el conjunto de España, el 50% de los niños coinciden en la elección que hacen y lo que más les gusta. Entre las niñas el porcentaje es menor: sólo un 43%. "Las niñas son más realistas y saben que, aunque quieran ser modelos, muchas no tienen la altura para serlo. Tienen claro lo que les gusta y lo que pueden llegar a hacer. La mayoría escoge profesiones en las que pueden ayudar a los demás. Los niños, en cambio, buscan más el reconocimiento", dice Beatriz Bercerro, psicóloga y asesora del estudio.

Marta, una de las niñas encuestadas, tiene 8 años y quiere ser profesora. Así explica lo que haría si fuera la jefa del mundo: "Cerraría empresas que contaminan, haría que pusieran en Port Aventura un Dragon Khan para los más pequeños y que los niños de Africa tuvieran comida y fueran a la escuela".

Arnau, de 7 años, confiesa orgulloso que quiere ser futbolista y jugar en el Bar§a. "Si fuera el jefe del mundo acabaría con las guerras y haría que el Bar§a ganara siempre la Liga", afirma.

El terrorismo, la pobreza y las guerras, seguidos por la contaminación, las armas, las catástrofes naturales, el tsunami, las drogas y el tabaco son los temas que más preocupan a los pequeños. "Hablan de la contaminación y de las guerras y lo mezclan con problemillas más suyos. Un niño catalán pedía que los videojuegos costasen dos euros", explica Gómez.

El pequeño se llama Jordi, tiene 8 años y de mayor quiere ser inventor. El, además de reventar el mercado de videojuegos, acabaría con la contaminación y la guerra. No dice cómo. Jordi, además tiene, otra cosa clara: cuando se jubile, se irá a una residencia.

Quizá quiera hacerlo a los 50 años como la mayoría de los encuestados. ¿Que harán? Dicen que viajar, cuidar a sus nietos, disfrutar.