Cuesta encontrar en las calles de Saint Paul y su ciudad gemela, Minneápolis, alguien que critique la decisión de John McCain de suspender hasta lo mínimo imprescindible la primera jornada de la convención republicana a causa del huracán Gustav y esperar acontecimientos para decidir qué sucederá hasta el jueves. Se lamenta la mala suerte del Partido Republicano, que se ha visto privado por ahora de la gran exposición mediática que implica una convención, pero la opinión generalizada --apoyada por la prensa-- es que McCain ha tomado la decisión adecuada (probablemente la única que podía tomar) y que, además, puede tener réditos políticos.

Haciendo de la necesidad virtud, la reacción presidencial que ha tenido McCain juega a favor de la imagen que pretende dar su candidatura. Al suspender el primer día de convención, cancelar las fiestas y convertir los actos de recaudación de fondos en ayuda a las víctimas del Gustav , McCain pretende demostrar con el ejemplo su lema El país, primero de una forma que es muy fácil de entender para la opinión pública: todo el mundo sabe que la convención es muy importante para las elecciones de noviembre, y más en este ciclo electoral en el que el candidato republicano lucha contra el fenómeno de masas que es su adversario demócrata, Barak Obama. Pero una emergencia nacional es una emergencia nacional y está por encima de las cuestiones partidistas.

En realidad, el nombre del huracán que tiene el Partido Republicano en la cabeza no es el Gustav , sino el Katrina . El desastre del 2005 no solo persigue a George Bush, sino a la formación conservadora por entero, así que el Gustav ofrece una especie de oportunidad de redención en plena campaña. No se trata solo de la imagen que transmita McCain.

LA SOMBRA DEL ´KATRINA´ Los gobernadores de los cinco estados afectados por el huracán son republicanos y Bush sigue en el poder, así que una buena gestión del Gustav sería un tanto que serviría, sino para olvidar el Katrina , sí para probar que se aprendieron las lecciones de entonces.

Obama, por su parte, ha mantenido un perfil más bajo. Ayer anunció que cancelaba sus actos de campaña para trasladarse a Chicago y seguir desde allí los acontecimientos. Su campaña ha anunciado que pondrá una lista de dos millones de correos electrónicos a disposición de la recaudación de fondos para las víctimas. El viaje a las zonas afectadas depende de cuando sea posible para no "estorbar" los trabajos de los equipos de emergencia.