La frase de Kate y Gerry McCann, los padres de Madeleine, la menor desaparecida hace justo dos años en el Algarve portugués, es elocuente: "Ya no buscamos a una niña de 4 años, sino a una de 6. Eso es crucial", afirman en un comunicado que distribuyeron ayer, víspera del amargo aniversario, junto a un cartel con una foto que muestra cómo sería Maddie ahora.

El retrato es el de una niña evidentemente mayor que la de las fotos que se habían difundido hasta ahora de Madeleine. Un experto del Centro Nacional de Niños Desaparecidos y Explotados de Washington realizó la imagen basándose, entre otras cosas, en fotos de ambos padres cuando tenían esa edad. Sigue la marca negra en el iris del ojo derecho y se parece un poco más a su madre. Tiene la boca cerrada ya que, por su edad, seguro que se le han caído algunos dientes.

DOLOR Y ANSIEDAD Los padres siguen convencidos de que su hija sigue viva. "Han pasado dos largos años desde que se llevaron a Madeleine, dos años desde que éramos una familia feliz. El dolor y la ansiedad no disminuyen, pero mantenemos nuestra determinación de encontrar a nuestra guapa hija", escriben los McCann, que mañana aparecerán en el popular programa de Oprah Winfrey en la televisión estadounidense.

También anunciaron que el próximo jueves la cadena inglesa Channel 4 emitirá un documental en el que se verá una reconstrucción de la desaparición de Maddie de una zona de bungalós en Praia da Luz (Portugal). "Mucha de esta información no se ha desvelado al público general y se verá que quedan algunas preguntas muy importantes por contestar", según los McCann. "Solo una de esas respuestas podría darnos información que nos llevaría a Madeleine", añaden.

En julio del año pasado, la justicia portuguesa determinó que no había ninguna evidencia que permitiera imputar la desaparición de la pequeña inglesa a los padres o a otra persona, y dio carpetazo a la investigación. Los McCann tienen ahora un equipo de policías ingleses jubilados trabajando en ello.

Mientras que no aparezca el cadáver de su hija, el matrimonio mantendrá la esperanza de hallarla algún día, recordando casos como el de la austriaca Natascha Kampusch, que fue raptada cuando tenía 10 años y no logró escapar de su cautiverio hasta ocho años después, o el de Elisabeth Fritzl, la joven también austriaca de la que no se supo nada durante 24 años porque su padre la mantenía retenida en un zulo bajo su casa.