«Es una niña bastante ingenua, pienso que se subió a ese coche [el de los supuestos secuestradores], pero no creo que conociera a quien se la llevó». En estos términos se expresa en una entrevista con Interviú Diana López-Pinel, la madre de Diana Quer, cuando se cumple un año de la desaparición de su hija en A Pobra de Caramiñal (La Coruña).

López- Pinel ha enviado un mensaje a quienes podrían tenerla retenida: «Tarde o temprano os van a encontrar, no tengáis la menor duda». Y añade: «Si fuera posible y Diana estuviera retenida en algún lugar, cambiaría mi vida por la suya en un segundo».

Diana Quer López-Pinel, de 18 años, regresaba andando a su casa de verano en A Pobra do Caramiñal (A Coruña) el 22 de agosto de 2016. A las 2.40 de la madrugada escribió un mensaje de Whatsapp a un amigo suyo alertándole de que un «gitano», uno de los feriantes que había acudido a trabajar a la verbena del pueblo aquella noche, la estaba llamando y la estaba «acojonando». Dos minutos después añadió a la conversación que la había acosado: «Morena, ven aquí». Su amigo le preguntó qué le había contestado. Diana ya no ha dado más señales de vida. Hasta hoy.

La madre explica que se encuentra «desolada» y que desde entonces, «la vida se le ha »roto«. Afirma además que tanto Valeria, la hermana de Diana, como ella, han tenido que recibir ayuda psicológica porque se trata de una situación «muy difícil» la que han tenido que vivir.«Pido a Dios diariamente que nos traiga a Diana a casa», confiesa.