Disfrutaba de sus vacaciones en Cádiz cuando la llamaron desde Extremadura para acudir de voluntaria a Madrid y no se lo pensó ni un segundo. El jueves de madrugada ya estaba prestando su ayuda a las familias, junto a sus numerosos compañeros extremeños, en los pabellones de Ifema

-- ¿Qué ha aprendido de esta experiencia personal que ha conmocionado al país?

-- La grandeza y, sobre todo, la solidaridad de las personas que han estado y están trabajando allí. En mi caso, yo me desplace con el grupo de apoyo psicosocial de voluntarios de Cruz Roja de Badajoz junto con el grupo de Cáceres, el miércoles por la tarde y llegamos a Ifema el jueves de madrugada. A partir de ese momento, sabía que todos teniamos una ardua y amarga labor por delante. Tantos y tantos familiares y amigos de víctimas que apoyar y consolar no era una tarea fácil.

-- ¿Cuál ha sido su principal labor a la hora de ayudar a los familiares de las víctimas?

-- La principal labor que nos correspondió, teniendo en cuenta que todo estaba organizado por módulos, era ´censar´ a los familiares y amigos de los desaparecidos o fallecidos en el accidente a su llegada a Ifema. Una vez tomados los datos de estos familiares, los derivábamos a los trabajadores sociales y psicólogos que ya estaban trabajando allí. Concretamente, cada familia tenía un trabajador social y un psicólogo asignado.

-- ¿Qué aspecto le ha impactado más trabajando en estas condiciones extremas, con gente derrumbada anímicamente?

-- Esta ha sido mi primera experiencia profesional en una tragedia tan grave y confieso que me ha impactado, sobre todo, la magnitud del suceso, algo a lo que no estamos acostumbrados en Extremadura. La cantidad de personas que se encontraban allí era sorprendente. Sólo Cruz Roja ha movido a 300 voluntarios y aunque los procesos de duelo han sido muy silenciosos, también han sido en gran número y eso te llega.

-- ¿Cómo podría describir el estado de las familias de los fallecidos, una vez que convivió con ellas en Ifema?

-- Yo no he desarrollado la labor como trabajadora social, ya que he trabajado como socorrista de acompañamiento, por lo que mi contacto con las familias de las víctimas ha sido leve, pero, sobre todo, sentían rabia e impotencia de que no han podido hacer nada. Además esta impotencia y dolor de los familiares es mayor en este tipo de accidentes porque se trata de pérdidas que nadie se espera.

-- ¿Cuáles son las principales técnicas psicológicas para tratar a los familiares en estos momentos?

-- En estos casos lo que se hace es escuchar. Escuchamos y hablamos con los familiares de las dudas que tengan. También intentamos poco a poco introducirlos en un proceso de duelo para que se vayan haciendo a la idea de que verdaderamente sus seres queridos han fallecido.

Algo muy importante porque tratándose de un accidente, los familiares pueden albergar la esperanza de que todavía estén vivos y por ello se intenta que acepten su muerte cuanto antes para que un futuro no experimenten períodos de crisis.

-- Parece que nuestro país es ´número uno´ a la hora de organizarse en situaciones críticas

-- La verdad es que es increíble la efectividad y la solidaridad de todo el personal voluntario que lo ha dejado todo y ha acudido sin ninguna demora a este llamamiento. Por ello, agradezo a todos los voluntarios y voluntarias de España que han participado en esta labor tan importante y realizo un llamamiento para todo aquel que esté interesado en hacerse voluntario y poder participar en estos períodos de crisis, para lo que las puertas de Cruz Roja están abiertas.