Ha roto con esa manida frase de "a la tercera va la vencida". Miguel de Tena ha traído la codiciada Lámpara Minera, el mayor premio para un cantaor flamenco. Y ha sido a la cuarta, después de cuatro años trayéndose el premio a la granadina; a la taranta en el segundo año; un segundo premio que le dejó un sabor más agrio que dulce en la boca el año pasado. Y este 2006 este cantaor humilde y sencillo, ha hecho historia: traer a tierras extremeñas el máximo galardón del flamenco.

-Después de que todos apuntasen a tí como ganador el pasado año, ¿se ha hecho justicia?

-Sí. Sin duda se ha hecho justicia.

-Añades un valor más al premio.

-Sí. Significa mucho porque a los extremeños nos cuesta más llegar, más que a los andaluces. Y eso tiene mucho mérito. Hasta que ha llegado a Extremadura me ha costado lo suyo.

-Te has sacado una espinita

-Una espinita muy grande.

-El futuro de Miguel de Tena da un giro radical.

-Sí. Pero si antes estaba preocupado por el flamenco, por aprender cosas nuevas y nuevos palos, ahora mucho más. También estoy centrado en mis actuaciones, que eran muchas antes del premio (16 en agosto y 8 en septiembre) y en el disco que grabaré, que es parte del premio de la Lámpara Minera y que está patrocinado por RTVE.

-Adelántanos algo del que será tu cuarto disco

-De momento sólo sé que tendrá una minera, lógicamente.

-Mereció la pena cambiar la madera de la fábrica de sillas por el de los tablaos

-Sí. Este premio ha sido una recompensa porque durante muchos años compaginé mi trabajo con el flamenco con mucho sacrificio. Y siempre tengo que estar agradecido al que fue mi jefe por su comprensión y apoyo.

-Y años de preparación

-Desde hace cuatro años. Contacté con Francisco Rodríguez y con él he preparado las mineras, que ya las tenía bien estudiadas el año pasado. Y desde hace año y medio, cuando dejé la fábrica, viajo semanalmente a Sevilla para prepararme.

-Cómo fue la final

-Dura. Tuve que luchar hasta la final porque me tocó salir el primero. Y ningún artista quiere romper el hielo.

-Dicen que el éxito cambia a la persona.

-Con lámpara o sin ella sigo siendo el mismo.

-Dedíqueselo a alguien

-A mi hijo Angel de 4 años, a la mujer que me da fuerza, apoyo y ánimo, Conchi. Y a Juan Morcillo, presidente de la Peña Cultural Flamenca de Don Benito, que siempre apostó por mí.