La actriz británica Julia Ormond muestra su admiración por la princesa de Eboli, "una mujer fascinante", a la que encarna en La conjura del Escorial , de Antonio del Real, un filme que su director quiso rodar parcialmente en Cáceres. Pero las conversaciones que mantuvo con el ayuntamiento de la ciudad en su momento no fructificaron.

--¿Qué fue lo primero que pensó cuándo le llegó la propuesta de una película de época en España?

--Me convenció el personaje. La princesa de Eboli es una mujer fascinante por su disconformidad con la época. Era ambiciosa, luchaba por el poder, quería ser muy influyente.

--En su trayectoria destacan El barbero de Siberia y El primer caballero . Y en televisión fue Catalina la Grande. ¿Por qué le atraen los relatos históricos?

--Con mujeres como Catalina la Grande o la princesa de Eboli siempre descubres mucho más de lo que puedes mostrar.

--La princesa de Eboli pertenecía a los Mendoza, en pugna con la casa de Alba.

--Todo era intriga palaciega. Ella movía los hilos en su propio interés. Tenía muchas expectativas puestas en Flandes. No quería que Felipe II enviara la más mínima ayuda a su hermanastro bastardo Don Juan de Austria (por entonces gobernador de los Países Bajos). Además estaba convencida de que esa era la decisión más favorable para España. Se volvió vulnerable por motivos económicos, y fue mal vista por traicionar al rey.

--¿Conocía el complot que tramó Juan de Austria para conquistar Inglaterra del que habla el filme?

--No, son incontables las veces que han intentado atacar a Inglaterra. De niña, estudiar historia era una tortura, pero ahora me gusta. Al final del rodaje visité la Torre del Pinto, donde por orden de Felipe II permaneció cautiva. Al verla me di cuenta de que responde al arquetipo de la princesa encerrada en una torre inaccesible. Para entrar tuvo que encaramarse a una escalera. Así estuvo: totalmente atrapada.

--Los personajes que elige son seductores y a su vez inteligentes ¿Se siente identificada?

--Me muevo en una sociedad que no reprime a las mujeres. No pasó lo mismo en otras épocas. Me fascinan esas mujeres del pasado que no tenían alternativa. Para conseguir lo que querían no les quedaba más remedio que manipular a los hombres. Por eso se las juzga negativamente.

--¿Cuáles son sus planes?

--Mi prioridad es mi hija. Por ella he estado tanto tiempo alejada de los platós. Y la segunda: la lucha contra los traficantes de esclavos. Soy embajadora de buena voluntad de la ONU. Hay más esclavos que nunca. Eso me preocupa.