El médico de Michael Jackson, Conrad Murray, ha pasado a ser el centro de una investigación por homicidio después de confirmarse que dio al cantante un anestésico pocas horas antes de su muerte y tras un segundo registro en sus propiedades, efectuado ayer.

Murray, de 51 años, se encontraba con Jackson en su domicilio de Los Angeles el pasado 25 de junio, día de su fallecimiento, y fue quien realizó la primera maniobra de reanimación cardiopulmonar al descubrir que el artista yacía en su cama sin respiración.

El médico fue interrogado como testigo en varias ocasiones por la policía, con quien se ha mostrado cooperativo, según las autoridades, y aún no existe una acusación formal en su contra, si bien existen indicios de un posible comportamiento delictivo de Murray en relación a la muerte de Jackson.

Los agentes del Departamento Antidroga entraron con una orden judicial en el domicilio del médico en Las Vegas, Nevada, para buscar pruebas que permitan presentar cargos contra Murray por homicidio sin premeditación.[subtitulo.120]

No hay una acusación formal en su contra, pero sí indicios de delictio