Desde que en 1985 operó al rey Juan Carlos de una fibrosis pélvica, y hasta septiembre de 2002, el urólogo Josep Maria Gil-Vernet fue el responsable de las revisiones anuales que se hicieron al monarca en la Clínica Sant Josep, de Barcelona. Gil-Vernet, ayudado por sus hijos Alfredo y José María, reunían a un completo equipo médico, de hasta 20 especialistas, que durante cinco horas analizaban los principales parámetros fisiológicos del Rey.

En el 2001, Gil-Vernet operó al Rey de unas varices en la pierna derecha, de la que Juan Carlos fue dado de alta con el parte médico de

"sin complicaciones". También revisó en varias ocasiones el hombro derecho del Rey, e incluso se planteó una operación de esa zona, que no se hizo.