El 94% de los representantes de los colegios de médicos considera que se está abusando de la píldora de emergencia y advierte del "riesgo sanitario" que puede suponer el que las jóvenes españolas la estén utilizando como si se tratara de un fármaco anticonceptivo. Por ello reclaman que se dispense en ambulatorios y no en las farmacias, como hasta ahora, y que sea gratuita.

"No se puede asegurar que un uso repetido esté exento de riesgos y complicaciones que puedan aparecer posteriormente en cualquier mujer y en relación a sus características y circunstancias personales, especialmente en las más jóvenes", se señala en las conclusiones del II Congreso de la Profesión Médica, que ha presentado hoy el presidente de la Organización Médica Colegial (OMC), Juan José Rodríguez Sendín.

El 57% de los directivos colegiales creen que la píldora del día después es un método "contraceptivo" y "abortivo", y que, lejos de tratarse de un recurso de emergencia, las chicas la están utilizando como un anticonceptivo habitual -solo el 1,8% la ha tomado solamente una vez-.

Recuerdan que "no es deseable ni beneficioso para la salud que una mujer reciba dosis continuadas de hormonas por pequeñas que puedan considerarse las mismas".

CONTROL SANITARIO

Los órganos colegiados muestran su "desacuerdo" con el sistema actual de dispensación ante el riesgo de "banalizar" su empleo y su uso "indiscriminado", porque vender esta píldora sin receta en las boticas "no posibilita ningún tipo de registro ni control de consumo". El 90% de los representantes médicos ven necesario el control sanitario de la dispensación del medicamento, frente a un 5% que defiende su venta libre y exclusiva en farmacias.

Casi la mitad apuesta porque se exija receta médica y porque se ofrezca "gratuitamente en los centros de salud", tras el protocolo oportuno, porque los 20 euros que cuesta en las farmacias "rompe la equidad", de modo que solo la adquirirán las mujeres que puedan soportar su coste.

En función de varios estudios, la publicación sostiene que el hecho de facilitar el acceso a la píldora poscoital "aumenta su uso" pero no disminuye la tasa de embarazos no deseados ni de abortos, por lo que "la libre dispensación no parece ser una buena estrategia de salud pública".

REGISTRO DE OBJETORES

Ante la Ley del Aborto, los representantes de la profesión médica abogan por crear un registro voluntario de objetores de conciencia "colegial" y aseguran que los centros hospitalarios son los que deben garantizar la práctica asistencial, en el caso de que haya carencia de profesionales, contratando a médicos no objetores.

Más del 70% de los directivos de la profesión médica está en desacuerdo con la autonomía para abortar que la nueva ley concede a las chicas de 16 y 17 años, y hasta el 58% de los encuestados dice que se debería cambiar el término "interrupción voluntaria del embarazo" porque "todo lo que se interrumpe se puede reanudar y no es este el caso".

Ocho de cada diez médicos creen que la eutanasia no debe despenalizarse y un porcentaje similar sostiene que si existiera un buen sistema universal de cuidados paliativos en España las peticiones de morir se reducirían "considerablemente".