La eficacia de la ley para controlar el consumo de bebidas alcohólicas en los menores será directamente proporcional al control de la publicidad. Partiendo de esta convicción, la Organización Médica Colegial (OMC) tachó ayer de "preocupante paso atrás" la eliminación de las restricciones a las anuncios de vino, cerveza, cava, sidra y otras bebidas alcohólicas, sobre todo en radio y televisión y prensa, previstas en el nuevo borrador redactado por el Ministerio de Sanidad que optado por retirar las propuestas más duras.

El texto, que seguirá siendo negociado por la titular de Sanidad, Elena Salgado, con los sectores implicados durante la próxima semana, también elimina la prohibición del consumo en lugares de "esparcimiento" y limita la venta en máquinas expendedoras solo a aquellos espacios donde se impida el acceso a los menores.

Juan José Rodríguez Sendín, secretario general de la OMC, que aglutina a los colegios de médicos de España, consideró "lamentable" esta rebaja en la futura norma. Su organización y 70 sociedades científicas consideraron que debería ser más estricta en algunos aspectos que los recogidos en primer borrador para frenar el "problema de salud publica" que constituye el consumo de alcohol entre niños y adolescentes. "Si la publicidad y el patrocinio no se controlan y limitan en los espectáculos vinculados a ellos, como los espacios deportivos, no hacemos nada. El Ejecutivo ha debilitado las restricciones y se quedará corto", insistió Rodríguez Sendín.

DEMAGOGIA El secretario general de la OMC acusó a los lobis del vino y de la cerveza de haber distorsionado intencionadamente el debate "con la demagogia de que se pretende vetar su consumo", para tapar que la cuestión es evitar que niños y menores accedan al alcohol "en el formato que sea". "No es aceptable que se permita consumir alcohol en las instalaciones deportivas, de la misma manera que no se permite en centros sanitarios o escolares", criticó.

No obstante, Rodríguez Sendín admitió que si la nueva propuesta del departamento de Elena Salgado supone que aumenta el consenso y el debate "pues bien venida sea", ya que la primera cuestión es concienciar a la sociedad del problema. "Hay que ser realista. Como mal menor, es preferible una ley que nada", reconoció el facultativo.

Salgado defendió ayer los cambios en el nuevo borrador con el argumento de que se ha tratado de "aclarar algunas dudas y centrar el tema en los menores". También anunció que continuarán ciertas limitaciones sobre el acceso al vino de los niños y adolescentes, en ningun caso sobre los adultos, y pidió al sector que reflexione sobre la contradicción de decir que la ley podría afectar a sus ventas y al mismo tiempo asegurar que los jóvenes no beben vino.

"Los menores de 18 años sí beben actualmente cerveza y vino y, por tanto, debemos atajar este problema y no distinguir entre una u otra bebida", insistió.

BODEGUEROS, INSATISFECHOS Los productores y bodegueros y distribuidores valoraron positivamente el nuevo texto pero lo consideraron insuficiente mientras no se excluya totalmente al vino de las prohibiciones. Por su parte, los cerveceros expresaron su malestar porque se les obligue a advertir en la publicidad de los daños asociados al consumo de alcohol por menores, y por el veto al patrocinio de actividades deportivas, educativas, culturales o de ocio dirigidas o con participantes menores. También piden para la cerveza el reconocimiento de "alimento natural" que se da al vino.