Más de un centenar de personas, en su mayor parte jóvenes, participaron ayer en la única representación del Belén Viviente del Gurugú, que se ha convertido en la que quizás sea la tradición navideña más antigua de Badajoz y única escenificación del Nacimiento en vivo con todos sus pasajes. Es un acontecimiento que los vecinos de esta barriada obrera pacense preparan con entusiasmo cada Navidad desde hace medio siglo.

En este año, sin embargo, se ha renovado tanto el proceso de montaje como su dirección, que ha asumido un joven estudiante de Magisterio, Juan Carlos Medina, de 20 años, con el apoyo del resto del colectivo. Es quien lleva a escena el papel de san José, pero también el de la Virgen es nuevo, como el del niño Jesús y algunos pastores, entre otros.

La representación suele hacerse dos días, el 20 y el 21 en principio, aunque se retrasó por la lluvia al 22 y 23, pero finalmente han tenido que trasladar todo el montaje a la iglesia del barrio, la de La Asunción, y con una sola representación, que tuvo lugar anoche, dado que la parroquia no estaba libre ningún otro día. Ello llevo a la Asociación de Vecinos del Gurugú ´Nuestra Señora de la Asunción´, que aglutina y coordina a numerosos colectivos que trabajan en el barrio, a trasladar todo el montaje.

Los participantes, unos 70 intérpretes y alrededor de 30 colaboradores y técnicos, lograron montar casi toda la infraestructura del belén, con todos sus elementos --pesebre, casa de María, pozo, posada, molina y parte del castillo de herodes--, de forma que solo dejaron fuera el río, el puente y algunos otros elementos. Ello fue posible porque se quitó la mitad de los bancos de la iglesia para ocupar el resto de la nave, amplia y diáfana, y se dejó la otra mitad, desplazados a un lado, para el público.

"Hemos hecho lo mismo que en el exterior pero adaptado al espacio", dijo Medina. Y señaló que "ya se hizo así el año pasado, por la lluvia, por lo que nos adaptamos bastante bien". En un principio, pensaron en contar con dos niños Jesús "porque no sabíamos si podría estar el mismo en la segunda representación que hacemos, más reducida, en la Misa del Gallo en Nochebuena, pero al final no ha sido necesario", contó el director.

Ricardo Cabezas, presidente de la asociación de vecinos, recordó que esta actividad cuanta con "una pequeña subvención del ayuntamiento, que es la misma desde hace 25 años".

En opinión de Cabezas y de Juan Carlos Medina, el hecho de que este Belén Viviente despierte tanto interés en el propio barrio y el resto de la ciudad es "porque venían cuando eran niños y ahora traen a sus hijos, es una tradición".

Como tradición es que tanto los promotores de esta actividad, de las más lucidas de la Navidad pacense, como el público, se pasen la semana anterior pendiente del tiempo.