La calidad nutricional de los menús escolares ha mejorado "notablemente" en los últimos años, pero aún son muchos los que adolecen de carencias relevantes, entre ellas que el 17% de los colegios no ofrecen verduras y hortalizas como mínimo un día a la semana.

Así lo afirma un estudio de Consumer Eroski, divulgado ayer, que ha analizado dos menús semanales de 211 colegios de 18 provincias.

La principal conclusión es que aunque la calidad nutricional de los menús escolares ha mejorado mucho (se han comparado los resultados con los de un estudio equivalente publicado en el año 2004), aún son muchos los que adolecen de carencias. Por ejemplo, un 10% no ofrece pescado --fresco o congelado, pero no precocinado-- a los alumnos siquiera una vez a la semana. En lo positivo, ninguno se excede en la oferta de bollería y dulces, ya que solo se dispensan a los más niños pequeños y en ocasiones especiales.

COMEN MAS PESCADO Las mejoras más relevantes de esta evolución han sido la inclusión de más pescado a los menús escolares (el incumplimiento ha pasado del 30% hace cuatro años al 10% actual) y otro tanto con la verdura (se pasa del 36% de 2004 al 17% actual). También resulta valioso que el 14% de centros sin legumbre en sus menús registrado hace cuatro años se haya convertido en el 6% actual.

La mejora en la calidad ha venido, sin embargo, de la mano de un aumento en el precio del menú: de los 3,8 euros diarios de media del 2004 se ha pasado a los 4,9 euros actuales, un aumento del 29%, el doble del IPC acumulado en este periodo.

Para un millón y medio de menores españoles el colegio es su comedor de lunes a viernes. Los requisitos que deben cumplir los menús son: uso, al menos una vez por semana, de verdura, hortalizas, legumbre y pescado fresco o congelado no elaborado; limitar los precocinados y dulces a dos veces en semana y ofrecer fruta fresca, como mínimo, dos días por semana.

En cifras globales, 32 colegios suspenden la evaluación dietética (un 14%) y 143 (el 68%) logran un bien o muy bien. El resto, 36 colegios (un 17% de los analizados) se queda en un mediocre aceptable.