Varios psiquiatras infantiles se reunieron ayer con Pierre, un adolescente francés que ha conmocionado a la opinión pública tras matar el miércoles con una escopeta de caza a sus padres y a su hermano de 4 años y herir gravemente a su hermana.

Los expertos tratan de entender los motivos que llevaron al muchacho a cometer esta matanza, calificada por el ministro de Justicia francés, Dominique Perben, de "abominable".

Se trata de determinar también si el chico, que es "incapaz de explicar las razones de su acto" y "parece que no se implica personalmente" en los hechos, que relata "como si fuese un observador ajeno", será capaz de afrontar los siguientes pasos del procedimiento judicial, explicó.

Está previsto que se efectúen exámenes sanguíneos a Pierre para ver si en el momento de la matanza, perpetrada ayer entre las 15.00 y las 17.30 locales (13.00 y 15.30 GMT), estaba bajo los efectos de algún medicamento o de algún producto tóxico.

El joven, al que muchos en Ancourteville-sur-Héricourt (oeste) no dudaban en calificar como un "ángel", no será procesado hoy, pues "estamos todos bajo una fuerte impresión y vamos a darnos el tiempo necesario para actuar con la sangre fría", explicó el fiscal, muy afectado.

El adolescente permanece bajo custodia en la gendarmería de Cany-Barville, a 15 kilómetros de su casa, a donde llegó pedaleando después de la tragedia y donde estaba la cabina desde la cual llamó a la policía para contar que no se atrevía a entrar en su domicilio porque el cadáver de su padre estaba en la puerta.

Ya alertados por su hermana, Marion, de 11 años, a quien Pierre había dado por muerta, los agentes lograron mantenerle en línea durante el tiempo necesario para localizar la llamada y pudieron así detenerle en medio de una lluvia torrencial.

Según confesó, la idea de matar a sus padres le vino mientras hacia los deberes y en concreto cuando hacía una redacción.