Andrea, una niña de diez años, murió la madrugada de ayer durante un incendio en el piso que compartía con su madre. La menor no pudo salir de su habitación, en el 4. 1 del número 17 de la calle de Archidona, en el barrio de Can Puiggener de Sabadell, donde falleció posiblemente asfixiada, según la primera hipótesis, por la densa humareda que provocó el siniestro.

El Cuerpo Nacional de Policía investigaba ayer las causas del incendio, que obligó a desalojar durante dos horas a los vecinos de dos bloques de pisos y en el que también resultó herida leve por inhalación de humos su madre, Encarnación P. G., de 36 años, que fue trasladada al Hospital de Sabadell.

Los vecinos alertaron a los Bomberos de la Generalitat a las 4.21 horas. Una vecina de la calle de Archidona calificó el incendio de "muy violento". "Del comedor salía una gran columna de humo", añadió. Cuando llegaron las seis dotaciones de bomberos, la policía ya había desalojado los números 17 y 15 (con diez pisos cada edificio).

Los servicios de extinción lograron apagar las llamas en apenas 30 minutos, pero no evitaron que la vivienda resultara calcinada. Antes, alertados por los vecinos de la presencia de la niña en el interior, pudieron llegar hasta su habitación, situada al final del pasillo, pese a "las altas temperaturas, el humo y el fuego", explicó una portavoz de Bomberos de la Generalitat.

La víctima estaba estirada en la cama y no fue posible hacer nada por salvarle la vida. A la espera de la autopsia, el hecho de que el cuerpo no estuviera calcinado hace pensar que falleció asfixiada. El resto de vecinos presenciaron el dramático espectáculo desde la plaza situada frente a la vivienda en llamas. "Menudo susto cuando nos llamaron al timbre", relató una señora del 1.º 2 del número 15, cuya familia pasó dos horas en la calle hasta que la policía certificó que la estructura del inmueble no estaba afectada.