La Guardia Civil investiga si tres argelinos que el viernes por la noche llegaron en una barca a la costa de Menorca recorrieron en solitario los 350 kilómetros que separan la isla de la costa africana --lo que supondría un hito en la historia de la inmigración-- o bien fueron remolcados por otra embarcación mayor. Los tres inmigrantes, que fueron detenidos a la mañana siguiente, pasarán hoy a disposición judicial.

Las autoridades menorquinas no han confirmado si los tres detenidos, que tienen entre 25 y 35 años, hicieron el trayecto a bordo de su precaria embarcación --una barca pesquera de apenas siete metros de eslora--, pero todos los indicios apuntan a que querían llegar de manera ilegal a España. Si se confirman los hechos, la odisea pasará a la historia como la primera vez que una patera llega a la costa balear.

La barca apareció embarrancada en la costa sur de Menorca, concretamente en la localidad de Binissafúller. Los restos hallados en su interior confirmaban supuestamente el origen. La Guardia Civil encontró, por ejemplo, medicamentos y botellas de agua etiquetados en árabe (y algunos en francés), así como trajes de agua y tres chalecos también adquiridos en Argelia. En la barca se encontraron asimismo alimentos frescos, zumos y varias latas de gasolina. La embarcación con la que realizaron la travesía, equipada con un motor fueraborda de 50 caballos, también con matrícula argelina.

EXPULSION DESDE LOGROÑO La policía local peinó la zona en busca de otros supuestos tripulantes, pero sin éxito. La Guardia Civil intenta ahora averiguar si los inmigrantes tenían algún contacto en Menorca para elegir la isla como destino. No obstante, la Delegación Insular del Gobierno en Menorca descarta que estos tres ciudadanos argelinos formen parte de una organización ilegal de tráfico de inmigrantes. Otro interrogante es saber si la barca es, en realidad, una embarcación auxiliar de un barco de mayor eslora.

El arresto se produjo cuando intentaban embarcarse en el ferry que une Maó y Barcelona. Los agentes de seguridad comprobaron que uno de los viajeros no llevaba ninguna documentación y otro de ellos contaba con una orden de expulsión pendiente y tramitada desde Logroño. Solo uno de los pasajeros tenía todos los papeles en regla.