En China, los niños menores de 12 años solo podrán jugar una hora a su videojuego favorito y nunca después de las nueve de la noche. La multinacional Tencent ha impuesto estas restricciones tras las quejas de padres y profesores sobre el uso excesivo de los videojuegos que hacen algunos de los más jóvenes, según informa la agencia china ECNS.

Por lo que respecta a los adolescentes de más de 12 años pero todavía menores de edad, serán dos las horas diarias que podrán invertir frente a la pantalla de la consola u ordenador. Uno de los juegos más populares en China (y por el que el gigante tecnológico asiático ha decidido tomar esta medida) es el adictivo 'King of Glory' para teléfonos móviles, muy parecido al 'League of Legends' que causa tanto furor en nuestro país.

El debate sobre cómo los más jóvenes deben relacionarse con las pantallas y los videojuegos hace tiempo que está instalado en la sociedad española. Preguntado por la efectividad de las restricciones introducidas en China, el investigador de la UOC especializado en videojuegos Daniel Aranda la considera "inútil" y cree que solo representa un "marketing para adultos". "Solo con modificar la fecha de nacimiento ya puedes sortear todo este entramado", explica.

"El juego digital es una realidad intrínseca en la sociedad actual. Los padres deben dejar de verlo como algo meramente tóxico y acercarse a sus hijos para ser partícipes de ese mundo 'on line'", comenta Aranda. Algo, que según este investigador de la UOC, puede mejorar las relaciones y vínculos entre padres e hijos, a la vez que los más pequeños educan a sus mayores en mundos muchas veces desconocidos para estos.

CUÁNTO TIEMPO (Y CÓMO)

En el consumo de videojuegos no solo es importante el cuánto (tiempo), sino también el cómo. Eso es, al menos, lo que opina el psicopedagogo y profesor de la UB Ramon Almirall. "El problema no es tanto el número de horas, sino el uso indiscriminado de algo para evadirse de la realidad. El no ser conscientes que pasan tanto tiempo delante de una pantalla", explica.

"Los estudios nos muestran que en el juego 'on line' los niños suelen reproducir comunidades y relaciones que ya tienen en el mundo 'off line', su mundo real", argumenta Aranda. "Si un juego como este es motivo de encuentro, es bueno. Problemático sería si juegan de manera solitaria" comenta Almirall.

Los expertos coinciden en el papel clave de los padres para evitar adicciones en este terreno, y coinciden en asegurar que no se debe resposabilizar al mundo 'on line' de los déficits que pueden encontrarse en el mundo analógico. "Los adultos deben responsabilizarse de sus hijos. Enseñarles a ser autónomos no debe confundirse con despreocuparse de ellos", alerta el psicopedagogo Almirall.