Un fuerte terremoto en el sureste de China, el peor sufrido por este país en 30 años, causó ayer al menos 9.000 muertos y decenas de miles de heridos, según la agencia de noticias oficial Xinhua. Las cifras fueron subiendo a lo largo del día y se teme que sean mucho mayores, dado que muchas de las zonas más afectadas tienen cortadas las comunicaciones y los equipos de rescate tan solo han empezado a buscar entre los escombros de miles de edificios.

El terremoto, de 7,8 grados en la escala Richter, se produjo a las 14.28 (seis horas menos en España) en la provincia de Sichuan, la más poblada (90 millones de habitantes) y una de las más pobres de China. Los temblores se sintieron en Pekín, a 1.300 kilómetros de distancia, e incluso en Bangkok (Tailandia), a más de 3.000.

Las peores noticias llegaban ayer de la comarca de Beichuan, con más de 3.000 muertos y el 80% de las casas destruidas. Según los cálculos preliminares, uno de cada 10 de sus 160.000 habitantes ha muerto o ha resultado herido. Al menos ocho escuelas han caído y han atrapado a estudiantes y profesores. En una de ellas, en la ciudad de Dujianyan, el personal de rescate intentó sacar durante todo el día a las víctimas con ayuda de cinco grúas. Más de 900 siguen ahí. "Algunos intentaban salir desesperadamente y otros lloraban y pedían socorro", según Xinhua.

El epicentro del terremoto está en un área montañosa de la comarca de Wenchuan, a unos 150 kilómetros de Chengdu, la capital provincial. En esta ciudad de 10 millones de habitantes, al menos 45 personas murieron y 600 resultaron heridas.

TRABAJADORES ATRAPADOS La hora del terremoto, con las fábricas y los colegios abiertos, agravó la desgracia. Cientos de trabajadores quedaron enterrados al derrumbarse dos plantas químicas en la ciudad de Shifang y otros 6.000 fueron evacuados tras derramarse más de 80 toneladas de amoniaco altamente corrosivo. Cientos de personas siguen bajo los escombros de un hospital en Dujiangyan.

Los medios chinos informaron de edificios destruidos en seis comarcas de Sichuan. Muchas carreteras están cortadas y es difícil comunicarse con muchas zonas, ya que 2.300 torres de telefonía cayeron. También hubo muertos en la ciudad autónoma de Chongqing y en las provincias vecinas de Gansu y Yunan.

El terremoto se notó asimismo en Pekín, sobre todo en los pisos más elevados. En Shanghái se mandó desalojar la famosa y turística torre Jin Mao, una de las más altas de Asia. No hubo daños en las instalaciones olímpicas, ni tampoco en la presa de las Tres Gargantas, la mayor del mundo, a cientos de kilómetros del terremoto. Su rotura provocaría inundaciones catastróficas, por lo que fue diseñada a prueba de terremotos y misiles.

Pekín envió dos helicópteros de las Fuerzas Aéreas y más de 5.000 soldados para ayudar a los 2.900 ya estacionados en Sichuan. La Cruz Roja ha enviado 557 tiendas de campaña.

Zhang Guomin, experto del Buró Sismológico de China, alertó ayer de posibles réplicas que podrían ser fatales.