Parecía un globo desinflado". Así describían los miembros de Salvamento Marítimo el pésimo estado en que quedó la patera de siete metros de eslora que naufragó a primera hora de la mañana de ayer frente al islote de Perejil, a menos de un kilómetro de Ceuta y en aguas marroquís. A última hora de la tarde, los servicios de rescate habían podido localizar los cadáveres de ocho ocupantes, siete de ellos mujeres y al menos cuatro de ellas embarazadas. También habían sido rescatados 11 supervivientes, mientras que todos los trabajos se centraron hasta la noche en la búsqueda de una veintena de desaparecidos, entre ellos, varios menores. Según el testimonio de los equipos de socorro, la embarcación pudo chocar contra un barco mercante en aguas del Estrecho, lo que provocó el naufragio.

Más de 100 miembros de Salvamento Marítimo, la Guardia Civil y la Cruz Roja auxiliaron a la Marina Real marroquí, por agua y aire, en la busca de los inmigrantes, de origen subsahariano y procedentes en su mayoría de Nigeria y Senegal. Las labores continuarán durante toda la jornada de hoy, aunque los equipos de rescate dudaban anoche de que puedan encontrar a más pasajeros con vida dado que la mayoría no saben nadar.

Los primeros testimonios de los supervivientes permiteron reconstruir la odisea vivida por los inmigrantes. La embarcación había partido la noche del viernes de algún punto de la costa oeste africana, posiblemente de la zona de Tánger. Su destino era la costa gaditana, pero sobre las siete de la mañana, una de las mujeres que iban a bordo llamó por teléfono móvil a su marido en Cádiz, quien contactó con la Cruz Roja de Algeciras para alertarles de que la patera se hallaba a la deriva frente a "un punto indeterminado de la costa". Sus únicas referencias eran un faro y una zona rocosa. Otra llamada casi al mismo tiempo a los compatriotas que continuaban en Marruecos explicaba que habían sido golpeados por un barco.

REDES MAFIOSAS Los servicios de rescate españoles no consiguieron encontrar la embarcación hasta una hora y media después en aguas jurisdiccionales marroquís y a escasa distancia del peñón de Perejil y de Ceuta. La falta de pericia de los patrones --o bien el intento de las redes mafiosas de engañar a los inmigrantes-- hizo que en ningún momento pudieran apreciar dónde se encontraban.

Cuando llegaron los servicios de rescate, la embarcación neumática estaba muy dañada. Salvamento Marítimo explicó que cuando llegaron solo encontraron cadáveres flotando, siete de ellos mujeres de apenas 25 años de edad y al menos cuatro de ellas en avanzado estado de gestación. La Guardia Civil ya había subido a bordo a 11 supervivientes, entre ellos cuatro mujeres.