Un investigador ha desarrollado un método científico para lograr el café expreso perfecto basado en el proceso de molido, la dureza del agua y la frescura de los granos de café, entre otros elementos, según un estudio presentado ayer. «Es posible que un día tomes una buena taza de café y al día siguiente no. Desde una perspectiva científica, siempre me ha intrigado por qué ocurre esto», señaló el autor del informe, Christopher Hendon. Este investigador de la Universidad de Oregón, analiza todas las variables que intervienen en la preparación del café expreso. Según su estudio, el agua «dura», con una gran cantidad de magnesio y calcio, hace que el café tenga un sabor más fuerte que el agua «blanda» porque compuestos como la cafeína se adhieren al magnesio durante el proceso de elaboración.Además, el proceso de molido de los granos juega también un papel «significativo», porque las partículas más pequeñas no siempre es lo mejor.