Varios equipos de rescate mexicanos, el Ejército del país, docenas de lugareños y los diplomáticos españoles trabajaban ayer arduamente para encontrar a los cuatro universitarios españolesdesaparecidos el miércoles cuando intentaban cruzar, junto a dos compañeros, la confluencia de los ríos Santa María y Gallinas en Aquismón (San Luis de Potosí). Muchos lo hacían con gesto de preocupación, pero con la esperanza de hallarlos vivos. La lluvia dificultó por la mañana las tareas de rescate, pero por la tarde mejoró el tiempo y varios helicópteros despegaron para buscar a las hermanas Núria y Neus Terradas, a Irene Carbó --las tres de Cassà de la Selva (Gironès)-- y al leridano Francesc Espasa.

La región de La Huasteca potosina, una de las últimas selvas de altitud cafetaleras, se convierte en época de lluvias en una región de ríos revueltos y desbordados. Varias aldeas y barrios urbanos estaban ayer inundados y aislados en la zona. El centenar de hombres y el equipo de buzos que dirige Gerardo Cabrera, director de Protección Civil, se desplegó desde buena mañana para inspeccionar unos 30 kilómetros de río. Los socorristas y los lugareños se dividieron en grupos para recorrer la zona y, como explicó Cabrera, "llamar a la gente que vive cerca de las márgenes del río para que apoyen la búsqueda".

Aina Frau y Bernat Palau, los dos jóvenes que consiguieron ganar la orilla tras el accidente, colaboraron en las tareas de rescate. Fuentes próximas a las familias de los supervivientes declararon a la agencia ACN que el barquero engañó a los jóvenes al asegurarles que se podía cruzar el río.

No obstante, cuando la fuerte corriente dominó la lancha, fue el primero en saltar al agua desentendiéndose de los estudiantes a los que trasladaba.