En ´El diálogo de la agonía´, que ha publicado la editorial extremeña De La Luna, Antonio de la Fuente hace memoria histórica de una familia española, que restaña sus heridas.

--¿Qué es la memoria histórica?

--La necesidad de recordar. Es necesario hacerlo para no caer en las mismas cosas. Recordar es fundamental para todo, que cada uno dé su versión. Si dicen que en la guerra todos hicieron algo malo, que se sepa antes que callar.

--Escribió este texto teatral en 1997.

--Entonces, mi madre acompañaba en el hospital a mi abuela y esta situación me dio la idea de la obra, que en un mismo plano une el pasado y el presente en una noche.

--Habla de odios, de rencores, de heridas no cerradas.

--No, de odios no. Dice que no se puede vivir con rencores, que es necesario hablar las cosas para cerrar heridas. Son vidas frustradas y se dan rencillas por algo no conseguido.

--Ese texto no estará completo hasta que no suba a escena.

--Yo creo que el teatro es una obra literaria en sí. Es decir, que como libro es válido.

--Usted se formó en los años 80 en espectáculos de calle.

--Sigo formándome constantemente. Eso no se acaba nunca. Yo soy autodidacta. Intenté entrar en la Escuela de Arte Dramático de Madrid y no me admitieron. Entonces fundé una productora de teatro y luego he ampliado mi formación en cursos teatrales.

--¿Qué le hace a uno actor?

--En mí, es algo azaroso. Mi vida ha sido improvisada. He buscado una forma de vida, no limitada a una profesión. Así que además de actuar, dirijo, escribo.

--Es una elección de riesgo.

--Es una apuesta personal. Hay que arriesgar en lo que uno quiere porque la mayor parte de la vida transcurre trabajando y si no eliges adecuadamente se te pasa la vida.

--¿Siente satisfacción, felicidad?

--Satisfacción, sí. Siento que esta profesión me enriquece.

--¿Y qué halla en la escritura?

--Es una manera de escribir sobre personajes que me gustaría representar o escribir lo que me gustaría leer. Y esto te da libertad porque no tienes que cumplir ante nadie.

--¿Qué formación le da aparecer en series de televisión?

--La televisión te da tablas, experiencia. Así que no siempre hago papeles que quisiera hacer; pero eres un profesional y estás dispuesto a enfrentarte a lo que sea. Esta es una profesión en que estás constantemente a prueba. Un día haces de protagonista y otro de secundario.

--Son papeles episódicos: en Cuéntame o en La que se avecina . ¿Cómo le llegan?

--Bueno, los directores de casting me conocen y si surge un personaje que me vaya me llaman.

--No ha hecho nada en Extremadura.

--Me han invitado algunas veces, pero trabajar allí ha sido difícil. Quizá porque vivo en Madrid, no sé. Mi contacto con Extremadura es familiar. Pero sí he representado allí, en el Festival de Teatro Clásico de Cáceres con La mojigata .