De riguroso blanco, con gafas de sol y rodeado de guardaespaldas entró ayer en el juzgado Michael Jackson, esta vez arropado por su familia. A dos pasos del músico, sus hermanos Janet, LaToya y Jermaine, y sus padres, Joseph y Katherine (en la foto, junto a su hijo Michael, entrando en el juzgado) acompañaron al cantante --acusado de siete cargos de abuso de menores-- a una nueva audiencia de su caso en California, centrada en las acciones de su peor enemigo, el fiscal del condado de Santa Bárbara Tom Sneddon.

LEGION DE FANS Esperándolo desde primeras horas de la mañana estaba una legión de fans, apostados detrás de las vallas con carteles de "Nuestro amor está contigo" y "Michael Jackson es inocente", y alguna que otra camiseta como la de una adolescente que con grandes letras se declaraba "Señora de Michael Jackson".

Jackson anunció su presencia en esta audiencia la semana pasada. Acudió a los juzgados sin estar obligado, quería aparecer en la misma sala y frente al hombre que le acusa de abuso de menores. Pero no sólo eso. También quería escuchar el argumento de su defensa, que intenta demostrar cómo Jackson es víctima de un fiscal de distrito que se excedió en sus funciones.

Acusado de "falta de ética profesional" por el abogado del músico, Robert Sanger --especialista en defender a personajes famosos de EEUU--, Sneddon entró en la oficina del investigador Bradley Miller, fotografió el edificio y confiscó materiales confidenciales sin que Miller, empleado por el antiguo abogado de Jackson, Mark Geragos, estuviera en su despacho.

Todo esto ocurrió días antes de ordenar el allanamiento de su mansión y es, según la defensa, razón suficiente para que ninguno de estos materiales sea utilizado en el juicio.

El cantante, por su parte, se presentó en una visita sorpresa el domingo en una iglesia negra de Los Angeles, donde protagonizó un encuentro con 35 estudiantes.

Una chica le preguntó a la estrella del pop si los niños podían seguir visitando su rancho, Neverland. La respuesta no dejó lugar a dudas: "Sois siempre bienvenidos".